Los mineros, Venezuela y más


Ya han sacado a los 33 mineros del refugio a 700 metros de profundidad y todo ha salido mejor de lo esperado de lo cual me alegro muchísimo. La cobertura por parte de los medios ha sido espectacular. Todas las cadenas de televisión del mundo retrasmitieron en directo los abrazos con familiares, las escenas de alborozo general y sesudos psicólogos y expertos en encierros prolongados daban su opinión sobre cómo tratar a las víctimas de esta catástrofe con final feliz. Uno de ellos ya ha pedido que no se les trate como actores sino como obreros, pero ya ha protagonizado el primer show, del cual las cadenas se congratulan y  empiezan a frotarse las manos. Me preocupa que este pequeño «Gran Hermano» se convierta a partir de ahora y por la falta de ética de algunos profesionales en un show mediático que esconda el verdadero problema de fondo de estos trabajadores: la seguridad en las minas chilenas. Lo que ocurrió nunca tenía que haber pasado y si no es porque Chile tiene un presidente que primero pensó en los mineros seguramente no estarían aquí. Parece ser que los asesores le aconsejaron que se alejara del problema a lo que el presidente respondió que lo primero era localizarlos y luego se vería la manera de proceder. Esto fue lo que obró el milagro de encontrarlos con vida: el compromiso de un político con el pueblo que lo eligió. Reconozcan que no es muy común. Por ello creo que cada foto que se haga el presidente con cada uno de los afectados está esta vez más que justificada.

Otra cosa es el compromiso del gobierno venezolano con sus ciudadanos, en este caso con un terrorista al que protege y paga y que bajo la escusa de que tiene pasaporte venezolano se niega a extraditar a España. A mí me parece bien que no lo extraditen si la ley no lo permite pero entonces tienen al menos que encarcelarlo y que pague en suelo venezolano los crímenes que haya cometido en otras partes del mundo. En España se atrapan cada año a unos cuantos miembros de mafias sicilianas, rusas , búlgaras o colombianas y ninguno de ellos se va de rositas. Puede que las penas que se les imponen no sean ejemplarizantes pero ninguno está a sueldo del gobierno ganando tres veces más que cualquier ciudadano español. Además este individuo se dedica a entrenar terroristas para que vuelvan a sembrar el caos en territorio distinto al venezolano. ¿Qué ha hecho nuestra diplomacia? Silencio y bajada de pantalones otra vez. ¿No será que hay nuevas conversaciones o pactos encubiertos con el entorno de ETA?

Por último me asombra la noticia de que haya que regular los actos de futuros días de la Hispanidad debido a los abucheos que sufren los políticos. Esa sí que es buena. En lugar de elaborar un plan para hacer descender el paro, mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y fomentar el aplauso de los votantes, como sé que lo voy a seguir haciendo igual de mal es mejor hacer una norma en la que se prohiba expresar libremente los sentimientos de los ciudadanos que no comulgan con mi manera de hacer política. Este tipo de comentarios me retrotraen a épocas de Ceaucescu o Stalin. Si asimismo fuera la derecha la abucheada (que seguro también lo merecería) hablaríamos de actitudes fascistas o del antiguo régimen. Dedíquense a biengobernarnos sean ustedes del signo político que quieran y arranquen aplausos como Piñera en Chile en lugar de tanta regulación y prohibición. Lo próximo será prohibirnos pensar.

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